Los pasados 22 y 23 de mayo tuvo lugar la segunda edición de la Cumbre de Almacenamiento e Hidrógeno, organizada por la Unión Española de Fotovoltaica (UNEF).
En estos días de debate se abordó por un lado el almacenamiento, con temas como la rentabilidad del almacenamiento, su cadena de valor o su tramitación en caso de hibridaciones o instalaciones stand alone. Y por otro el hidrógeno, con temas como sus derivados para el consumo industrial, los retos tecnológicos que implica su avance o los retos que nos encontramos en su tramitación y conexión.
Hidrógeno
Los derivados del hidrógeno, aquellos que surgen como la combinación de hidrógeno con otras materias primas como pueden ser el dióxido de carbono o el nitrógeno, son una pieza fundamental para traccionar el cambio a hidrógeno verde, ya que ofrecen el uso final más competitivo que tiene la molécula verde actualmente.
Sin embargo, se puede ver un desequilibrio en la cadena generación-demanda, ya que la primera avanza muy rápido gracias al anhelo del sector por ofrecer una alternativa, pero no lo hace igual la segunda, lo cual genera incertidumbre e inestabilidad en el sistema.
A pesar de esto, España sigue posicionada a la cabeza del hidrógeno. Un tercio de los proyectos preliminarmente adjudicatarios en la subasta del Banco Europeo del Hidrógeno son españoles, lo cual se percibe como muy positivo de cara al potencial consumo industrial en el país. Por lo tanto, dada la importancia de poner España a la cabeza del sector, es fundamental el apoyo de la administración y la buena coordinación y relación entre las empresas para el buen desarrollo de toda la cadena de valor.
En Circle Energy abogamos por el avance del hidrógeno verde, desarrollando proyectos para la generación de hidrógeno o de otros derivados a través de proyectos de energía renovable.
Almacenamiento
Algunos de los mayores retos que nos encontramos en esta tecnología y que se explican a continuación, son la necesidad de flexibilización de los permisos de acceso y conexión, la mejora en la agilidad de tramitación y la provisión de señales de precio que fomenten la inversión.
Para estos cometidos se celebra la creación de la Subdirección General de Almacenamiento y Flexibilidad dentro del Ministerio, que se espera que sirva para reducir las incertidumbres y acelerar la implementación de esta tecnología.
REE determina que en 2023 más de la mitad de la generación eléctrica en España ha sido de origen renovable (52%) y se calcula que en 2026 será de un 68% y en 2030 de un 82%.
Actualmente hay 10,8GW en permisos y aceptabilidades otorgados, de los cuales un 12% son hibridados y 88% stand-alone. De estos últimos, un 31% estarían conectados en la red de transporte y un 69% en la red de distribución. Es importante que los gestores de red calculen la capacidad de generación y demanda tomando el almacenamiento como una tecnología diferente al resto de generaciones, así como que consideren que el consumo será flexible y no permanente.
El almacenamiento es una tecnología que ofrece grandes ventajas. Es un recurso que ofrece flexibilidad al sistema, participa en los servicios de balance y en restricciones técnicas, es importante para la cobertura de la demanda y para el control de la tensión, y se puede activar en escenarios N-1. OMIE estaría trabajando en dos nuevos mercados: locales de flexibilidad y respuesta de frecuencia. Se necesitan mercados más atractivos para las baterías stand-alone: diarios (vía subastas) e intradiario continuo y mercados de ajuste. Igualmente, se percibe un progreso en el ritmo de la definición para el mercado de capacidad, pero se necesita que se concluya completamente en 2024.
Desde un punto de vista de tramitación, se valora por parte del sector la inclusión del almacenamiento dentro de la EIA simplificada, pero se exige más flexibilidad y agilidad en campos como la calificación a nivel urbanístico, los plazos de tramitación o el concepto de acceso flexible.
En cuanto a la tecnología para estas baterías, se confirma el litio como la tecnología dominante por razones de seguridad, fiabilidad y durabilidad, así como por su alto volumen de fabricación que tiene como consecuencia una bajada en el CAPEX.